Se acabó el sueño. No hay revancha. No vamos a poder mejorar el segundo puesto del torneo anterior.
Todo empezó el viernes pasado. Empatamos un partido que teníamos que ganar y quedamos en el límite. No sabíamos si clasificábamos o nos despedíamos del torneo, porque todavía faltaban partidos del grupo.
Con esa incertidumbre arrancó la semana. Luego, en mediados de la semana nos enteramos que habíamos clasificado como el segundo mejor tercero, o sea, los peores de los clasificados (al menos en los números).
Aunque la sorpresa mayor no fue el enterarnos que habíamos pasado, sino que jugábamos de nuevo contra el mismo equipo. ¿Cómo es esto? Es que la gente del italiano tiene una forma media extraña de organizar los encuentros de la segunda fase, y con esa forma nos toca jugar de nuevo contra un equipo del grupo.
Bueno, listo con la introducción. A la cancha. Empezamos con esta formación:
Como en el partido anterior, empezamos mejor. Con viento a favor empezamos a controlar la pelota. Ellos volvieron a demostrar que no son buenos abajo. Sobretodo para salir jugando con la pelota al pie. Pero el viento en contra los obligaba a hacerlo y nosotros tratamos de aprovecharlo. Primero con un remate de Guido tras un error grosero del arquero. Después, tras un pase exquisito de Ger, Gabri hizo el primer gol de la tarde.
Unos minutos después, tras muchos errores a la hora de sacar desde el arco y recibir muchas puteadas de sus compañeros, el arquero decidió abandonar. Se sacó los guantes, se sacó la camiseta y se fue a sentar en el banco. Por lo tanto tuvo que ocupar su lugar uno de los jugadores.
Se intentó aprovechar que atajaba un arquero improvisto con un tiro libre que salió por arriba y luego Corra tuvo la chance de definir el partido con un mano a mano que no fue gol por muy poco. Se iba solo, la punteó ante la salida del flamante arquerito y le pelota rebotó en el travesaño picando luego en la línea y saliendo definitivamente del área.
Estábamos cerca, queríamos aprovechar el viento a favor. Pero no pudimos ampliar la diferencia, y para colmo, cuando estaba por terminar el primer tiempo, en una corrida, en una de las pocas, sino la única, llegada que tuvieron, clavaron un derechazo en el ángulo izquierdo de July y se fueron al descanso con un inmerecido empate.
El segundo tiempo, ahora nosotros con viento en contra, empezó complicado. Ellos tenían la pelota. No llegaban mucho pero tenían más la pelota y con uno o dos jugadores que la aguantaban bien, enfriaban el partido.
Cuando promediaba ya el segundo tiempo, despertamos y fuimos a buscar el segundo, porque con el empate quedábamos afuera (por haber clasificado peor que nuestro rival).
El viento nos complicaba, pero a fuerza de toques y algunos pases largos, llegamos. Primero Savio, que no pudo definirlo, después Ale con un cabezazo débil, Lelo con un remate por arriba del arquero que sacaron en la línea e incluso con un tiro en el travesaño de Ger después de una jugada complicada dentro del área.
Después el partido se calentó por las pobres decisiones del árbitro que no quiero comentar. Sólo digo que fue mala la actuación del hombre de negro, quien echó a 5 jugadores. Dos nuestros y tres de ellos. Al expulsar al tercero de Monono hubo puteadas de todos los tipos, e incluso los imbéciles que se encontraban en el banco rival entraron a la cancha a increpar al árbitro, logrando así que se demore increíblemente el partido. Tiempo que luego el juez no adicionó en su totalidad al final.
Bueno, salimos del escándalo ocasionado por los imbéciles y causado por los fallos del juez y pasamos a los últimos minutos del encuentro.
Monono ya se conformaba con el empate y estaban los 8 jugadores que le quedaban en posición defensiva. Sólo uno o dos, a veces, quedaban para un contraataque, como uno que tuvieron que July contuvo maravillosamente.
Buscamos con un par de tiros libres y no mucho más, hasta que ellos tuvieron un tiro libre en el borde del área en la parte derecha. Todos pensábamos que iban a jugar en corto como en todos los tiros libres y córners anteriores, para así seguir haciendo tiempo; pero sorprendieron con un tiro de tres dedos que se coló por atrás de July y decretó nuestra eliminación. Quedaban cinco minutos y teníamos que hacer dos goles. Muy complicado. Igual fuimos y tuvimos una chance más, en los pies de Pablito, que tras recibir un pase mío remató al arco, pero el arquero (el mismo del primer tiempo, que aparentemente había dejado de llorisquear) puso las manos y logró despejar el peligro.
No hubo tiempo para mucho más, el partido terminó. Quedamos afuera y después de presenciar la vergüenza de los árbitros y de la organización en general (ni siquiera hay un spray para las heridas), es probable que no volvamos a jugar.
Este pudo haber sido el último partido del italiano.
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Limbo