Fepe55

Una publicidad de Nike en la que Tiger Woods habla sobre Roger Federer, en un estilo de mensaje de buena suerte por la final de Wimbledon que se acercaba (que el suizo terminó ganando).

Me puse a leer updates de la gente de LIA, y realmente la hicieron bien esos muchachos. Tienen una página que actualizan, a lo sumo, cada dos o tres meses, pero aún así tienen miles de lectores. Y no es para menos, las cosas que escriben son muy buenas.

Tras leer dos o tres, me vinieron ganas de escribir algo, pero como siempre mi mente se encuentra totalmente en blanco, por lo que decidí hacer lo de siempre.

Empezar a escribir y dejar que fluya lo que tenga que fluír de mi. Aunque antes me distraje un poquito instalando un nuevo plugin: «Ratings» que no es más que cinco estrellitas situadas al final de cada post, donde un alma caritativa puede apiadarse de su humilde servidor y tomarse unos 0,4 segundos de su día para darle un puntaje a la boludez que acabo de escribir.
De esta forma es más fácil recibir feedback sin obligarlos a escribir un comentario, que sé que a muchos les jode.

Obviamente los comentarios siguen existiendo y son mi mejor fuente de opinión; pero bueno, son compatibles.

Ahora sí, adentrémonos en el tema que nos compete. La decisión del día de hoy fue escribir sobre… todavía no lo decidí.

Esperen que pienso un poco más mientras les paso una receta para hacer una Bastela de Leche:

Ingredientes para 6 personas:

– 1,5 litros de leche
– 4 cucharadas de harina de arroz
– 50 gramos de mantequilla
– 20 cucharaditas de azúcar

Se cuece la leche con el azúcar y se mezcla con la harina de arroz y el agua de azahar.
Se le agrega la mantequilla que se deja descansar ligeramente después se deja enfriar.
De otra parte se pelan a las almendras y se refríen en aceite y se machacan.
Estas se mezclan con medio vasito de azúcar.
Se cogen las hojas de la bastela y se recorta con mucho cuidado para que quede un redondel perfecto.
Se despegan las hojas y de dos en dos se pasan por aceite hirviendo para que se doren.
Media hora antes de servirla, se meten las hojas en el horno para que queden crujientes, durante un cuarto de hora y se retiran.
En el plato de servicio se colocan tres hojas rociadas con las almendras machacadas.
Se cubre con dos hojas más, que se vierte por encima un poco de leche ya fría y se empieza de nuevo la operación, hojas de bastela, almendras y leche, hasta que se termine la última capa y se le echa el resto de la leche por encima.

¡ESTUPENDO!. Que buena receta. Bah, en realidad no la leí, fui a recetas.net, la copié y la pegué, no sé ni qué es una Bastela.

Pero bueno, una vez finalizada la receta, lo sirven con sal a gusto y siguen leyendo.

Vamos a abarcar algunas de las categorías que tengo acá en WP. Mmm, ya empecé bien porque me saqué de encima Comida que es uno de los primeros. Ahora vamos con Deportes. ¡Qué grande Willy Cañas!. Aunque eso ya es noticia vieja. Ahora está de moda el «Aguante Novak Djokovic» así que ¡Aguante Cañas!. Sip, nunca estuve a la moda.

Dibujos: Malísimo, no hay nada que decir de dibujos que sea interesante. Salvo que el humor de Family Guy ya supera a los Simpsons. No me jodan.

Fotos: Uh, buenísimo, el más fácil y que menos esfuerzo requiere. Veamos, unas fotitos:

¡Ay! Pero qué tiernas. Incluso podríamos catalogarlas dentro de Insólito y, obviamente, animales.

Buenísimo, ya no faltan tantas. Aunque se me fueron las ganas de escribir, así que dejemos que esas fotos sean lo último interesante.

Prometo que otro día volveré (y seré sillones)

En el tenis, muchas veces uno escucha “30-15” o “40-30”, y es probable que varias veces nos hayamos preguntado por qué los puntajes son así y no uno, dos y tres. Bueno, acá vamos a tratar de explicar ese porqué basándonos en algunas teorías que andan deambulando por ahí.

La primera hipótesis nos lleva a la Francia del siglo XIV, donde el sistema de puntuación estaba relacionado con las apuestas. Por cada punto se apostaba una moneda llamada “sou”, que tenía un valor de 15 “deniers”. Se contaban los cuatro puntos de acuerdo a la cantidad apostada: 15, 30, 45, 60.

Por otro lado, la segunda hipótesis también nos ubica en Francia, pero sobre los fines de la Edad Media, y principios de la Edad Moderna (siglo XV). La práctica de este deporte estaba muy de moda entre reyes y cortesanos al igual que la astronomía, por eso no es de extrañar que el sistema de puntuación estuviera relacionado con esa ciencia.
En aquella época era muy común el uso, entre los astrónomos (quienes también practicaban tenis), de un artefacto llamado sextante, que es la sexta parte de una circunferencia de 360º, y que está dividido en cuatro (15º, 30º, 45º y 60º). Es por eso que al sumar las divisiones del sextante otorgaban al ganador el game, como se lo conoce ahora, y obteniendo seis games, alcanzaba la circunferencia, es decir, el set.

La tercera versión es la que supera en aceptación a las anteriores. También en Francia, al partido se lo llamaba jornada (journée en francés) porque representaba un día. El game era una hora del día; y como el cuadrante de un reloj está divido en cuatro (15, 30, 45, 60), una hora era un game.
Como por ese entonces no había reglas para el juego, el primero de los jugadores que llegara a las 24 horas, es decir, una jornada, se quedaba con el partido.

Como verán, todas las hipótesis coinciden en que se llegaba hasta el punto 60 y ahí se pasaba al siguiente game (por ejemplo, un game podía terminar 60-15), pero con el correr del tiempo, cuando el tenis llegó a Inglaterra, ese puntaje (el 60) se eliminó. Asimismo los ingleses decidieron cambiar el 45 (forty five), ya que por el idioma era más fácil mencionar el 40 (forty).

Entre otros datos que hacen al juego, cuando uno de los jugadores está en cero, por ejemplo 40-0, el árbitro dice “forty love”.
La utilización de la palabra love (amor, en inglés) tiene dos orígenes: el inglés, que decía que como el que estaba en cero no tenía nada para dar, sólo tenía amor; y el francés, donde al cero se lo llamaba huevo (l’ouef en francés), y al adaptarlo a la fonética inglesa, queda “love”.

Otra palabra que muchos reconocerán, es deuce, que se utiliza cuando hay un empate en 40.
Esto proviene de que en Francia, cuando un jugador llegaba a 40, se cantaba “a un” (a un punto del juego), pero cuando el rival le empataba, se cantaba “a deux” (a dos puntos del juego). Nuevamente, aparecen los ingleses que lo adaptan, y de ahí queda como se lo conoce actualmente.

Otro dato curioso es que al saque se lo conoce como servicio porque como el tenis era un deporte de aristócratas, el jugador tenía a un integrante de su servicio doméstico a su lado, entonces cuando había que sacar, el juez le daba el pase diciendo “servicio”, para que le pasara la pelota a quien sacaba.

Y así concluímos con otro dato inútil pero entretenido del Blog de Fepe. Saludos al por mayor.

• Fuente: MinutoUno.com

Les dejo este gracioso video de un punto increíble de Yannick Noah. Era un partido en serio y el punto fue convalidado en serio. No es de muy buena la calidad, pero creo que se llega a apreciar. Fantástico.

Como todos sabrán, el 2006 fue catalogado como el año de los mundiales, ya que se jugaron mundiales de fútbol, hockey femenino, hockey masculino, básquet y vóley. Y encima jugamos la final de la Copa Davis.
Y en todos teníamos grandes chances.

En el fútbol, se sabe, Argentina siempre es potencia, y esta vez pintaba bien; pero no se pudo. Más no se puede decir sobre el equipo de Pekerman, mucho se ha hablado en su momento en este Blog.

El hockey masculino, siempre en la sombra del femenino, buscaba sorprender bajo la dirección de quien dirigió a las leonas, Cachito Vigil. Pero no se pudo, y se sumó otra tristeza.

Días después de la eliminación en Alemania de los hombres, las mujeres buscaban volver a dejar bien alto al hockey argentino, pero no pudieron repetir la gran actuación del anterior mundial ni el de los Juegos Olímpicos y perdió en la semifinal.

Otro gran equipo. Otro que quería repetir las actuaciones del último mundial y de los últimos Juegos Olímpicos. Pero España se interpuso en el camino y nos eliminó en un partido emocionante que se definió por la diferencia mínima tras una chance que no pudo convertir el Chapu Nocioni

El vóley no venía bien, y volvía a los mundiales. No estaba entre los mejores, pero era una buena oportunidad para demostrar que no estaba muerto y que podía volver a ser el gran equipo que alguna vez fue. Pero ni siquiera pudieron entrar entre los primeros doce. Triste despido de Meana.

El último, ayer. Argentina llegó por segunda vez en su historia a la final de la codiciada Copa Davis. Empezamos abajo, cuando Davydenko le ganó a Chela. Pero enseguida el Rey David puso el 1-1 tras derrotar a Safin.
El punto clave, el del doble, fue para los rusos y la serie parecía definida. Pero otra vez apareció Nalbandián y puso el 2 a 2. Pero lamentablemente, el Chucho no le pudo ganar a Marat Safin y la ensaladera de plata quedó para los rusos. Posiblemente haya sido la mejor performance de todos los equipos que figuran acá.

Y como si todo eso fuese poco, nos quedamos afuera en los cuartos de final del Italiano. Qué feo año. Pero por suerte siempre hay alguien que salva el año, y esta vez fueron estos monstruos, los mejores jugadores del mundo. Señoras y señores, con ustedes, LOS MURCIÉLAGOS:
El único equipo argentino que salió campeón en el año de los mundiales. Y como si eso fuera poco, lo hicieron por segunda vez consecutiva, en Argentina junto a una multitud, y ni más ni menos que frente al clásico rival: Brasil.