Que lindo. Que lindo volver a ver a la selección en una competencia de un este nivel. Y que lindo es ver fútbol, porque eso se está viendo en todos los partidos de la Copa, y el de Argentina no fue la excepción.
Una jornada repleta de goles (diez en dos partidos) dio por finalizada la primer fecha de esta Copa América: Venezuela 2007, que cerró con el estupendo promedio de ni más ni menos que 4 goles por partido.
Ahora sí, Argentina. El equipo que llegó con todas las figuras que podía llevar. El equipo favorito por nombres e historia. El único favorito porque Brasil no llevó todo el equipo. El mejor equipo en teoría. Pero faltaba la práctica. Y se sabe que en el fútbol estos dos términos no siempre van de la mano.
Y empezó bien, porque en los primeros ocho minutos la selección tuvo pinceladas de buen fútbol. Toqueteos entre Messi, Riquelme y Verón hacían ilusionar, pero en la primera llegada del equipo norteamericano Milito le hace un penal claro a Eddie Johnson. Y el mismo Eddie se encarga de silenciar a todos y poner uno a cero a su equipo.
Pero las cosas volvieron a la normalidad unos minutos después, cuando tras un tiro libre de Riquelme, Heinze remató, tapó Keller y Crespo, siempre en el lugar correcto, remató con el arco vacío.
Uno a uno, volvía la tranquilidad, pero había que hacer goles. Goles que no llegaron en el primer tiempo, en gran parte debido a una actuación bastante por debajo del nivel esperado.
Arrancó el segundo tiempo. Ingresó Pablito Aimar por Cambiasso y el equipo fue otro. Más vertical, con más llegada y más rápido. Este cambio nos volvía a ilusionar, y a los 18 minutos, tras un hermoso pase de Messi, Crespo marcó el segundo.
A partir de ahí Argentina fue amplio dominador. Manejó el partido a gusto y los goles fueron llegando.
El tercero fue del propio Aimar, de cabeza luego de un centro de Heinze. Y por último, Carlitos Tévez, quien había ingresado por Messi, terminó de definir el encuentro.
No quiero cerrar esto sin nombrar a Javier Alejandro, el jefecito del mediocampo. El león que tiene que aguantar en el medio mientras todos miran exclusivamente para adelante. Fue la figura del partido, y eso no es poco decir en un encuentro que terminó 4 a 1.
En general me gustaron todas las actuaciones, lo único reprochable, el penal cometido por Milito, tras un error de la defensa.
Me gustaron las conexiones que se dieron en el medio entre Mascherano, Aimar, Messi, Verón y Riquelme. Este último debo reconocer que me sorprendió. Jugó más rápido y ofensivo de lo que esperaba. No tuvo la verticalidad de Lionel o Pablito, pero tampoco demoró tanto el juego. Esperemos que siga así.
¡Ganó Argentina!
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Limbo