Lamentablemente es mi deber contarles cómo fue el partido de hoy.
Si me diesen a elegir, elegiría no contarlo, pero bueno, esto es así.
Primero pasemos a la formación del equipo, que fue la siguiente:
(Tongas me dijo que lo ubique aunque sea por el costado, pero ¿cómo voy a hacer si ni siquiera viene?. Cuando pases Tongas, contame.)
Lo más importante del día, a priori, era sin dudas el regreso a las canchas del Nono.
No arrancó de titular para tener más tiempo para elongar y entrar en calor, porque después de muchas lesiones aprendió y no quiere que le pase de nuevo.
Lo primero de los que le quiero hablar es de las condiciones climáticas y cómo afectan al campo de juego.
Como bien dijo Marce, todavía no llegó la primavera y ya estamos odiando el verano.
Hacía calor, y por lo tanto la cancha estaba totalmente seca y horrible para jugar con tapones. Y había viento, que no calmaba el calor y para colmo levantaba toda la tierra de esa horrible cancha del Italiano.
Cualquiera podría decir que esto no es excusa ya que afecta tanto a un equipo como al otro. Y sí, es verdad, pero hay formas de jugar que se ven más afectadas por esto que otras. Y creo que en este caso fuimos nosotros los que nos vimos perjudicados.
Dicho esto, paso a comentarles brevemente las situaciones del partido.
En los primeros minutos no pasaba mucho, hasta que Santa Cruz tuvo un tiro libre, el cual ejecutaron con un tiro directo al arco y acá ya empezó a afectarnos el clima. El tiro iba a las manos de July, pero el viento modificó la trayectoria y se le metió por detrás. Ya en el comienzo del partido nos veíamos en desventaja.
El resto del primer tiempo fue una constante. Nosotros tratando de jugar como un equipo, a los pases, pero la pelota que era un globo y el viento conspiraban contra nuestro toqueteo ya que muchos pases salían largos, cortos, muy fueres, muy suaves o desviados en cualquier otra forma.
Santa Cruz sólo jugaba a una cosa: pelotazo entre líneas para que corran los delanteros.
Y así, sin muchas novedades, terminó el primer tiempo.
Si hay algo más que rescatar, es la entrada del Nono, que se dio cuando ya íbamos perdiendo.
En el segundo tiempo teníamos que salir a ganar, se veía a las claras que no eran superiores a nosotros y que el 1 a 0 era mentiroso.
Pero esa actitud que teníamos que tener, no se vio plasmada en la cancha. El partido siguió igual. Nosotros tratando de jugar, pero casi nunca consiguiéndolo; y ellos con el pelotazo.
En uno de esos pelotazos tuvieron la jugada más clara del segundo tiempo. Al menos hasta ese momento. Un delantero quedó sólo, encara a nuestro arquero, patea, July la amortigua y cuando está por entrar, llego justo yo y logro sacarla en la línea.
Salvé un gol para regalar otro a los cinco minutos. Tiran un bochazo que me quedaba sólo para rechazar, pero cuando estoy buscando el mejor lugar para cabecearla me resbalo y caigo al piso. Entonces la pelota queda picando, la agarra un delantero de ellos y se va. Entra al área, patea y July ataja, pero el rebote le queda a otro delantero que con el arco vacío, marca el 2 a 0.
Quedaban más o menos 20 minutos, pero se veía complicado llegar siquiera al descuento. Teníamos la pelota, pero no podíamos llegar, todos nuestros ataques morían en tres cuartos o por los costados. Y los tiros libres eran todos ejecutados en corto y ninguno llegaba al área.
Unos minutos después, cuando estábamos todos tirados al ataque, ellos vuelven a la carga con el pelotazo. Pero el tiro se les va largo y July, muy atento, sale a despejar. Pero la pelota le pica mal y le pifia, dejando al delantero solo con el arco vacío. Y ese fue el 3 a 0.
Tuvimos una última jugada que fue la prueba fehaciente de que esta tarde no nos iba a salir una.
Al fin logramos hacer llegar una pelota al área rival por abajo y Corra se disponía a definirla, cuando un rival, corriendo para defender, se lleva puesta la pelota, la cual supera al arquero y se dirige al arco. Pero, como les decía recién, esta tarde no nos podía salir una. Y la pelota pega en el palo. Savio quiere empujarla pero un defensor logra llegar antes y mandarla al córner.
Ya no hay nada más que contar, unos minutos después el árbitro dio por finalizado el encuentro y, después de mucho tiempo, perdimos por más de un gol.
Ya el medallero creo que no lo voy a hacer más porque es complicado encontrar jugadores para todos los premios, así que voy a hacer premios especiales para cada partido según lo que haya sucedido. Hoy pondré sólo uno, y es el siguiente:
Premio Terminator: Pablito. Él mismo se autopostuló para este premio, así que, debido a sus patadas, este premio va para él. Y déjenme agregar una frase de nuestro terminator: «Me duelen las piernas de todo lo que pegué»
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Limbo