Fepe55

Hoy, a eso del mediodía, iba caminando tranquilo por el centro, más específicamente por Diagonal Norte, apurado como siempre cuando casi me choco con un flaco que salía de un micro. Me quedo mirándolo y me doy cuenta que era Gastón Machín. Y junto a él estaban todos los miembros del plantel de Independiente. Todos iban directo del micro al hotel.
Sigo caminando y a las dos cuadras me cruzo con el Kily González y el sapito Encina. Parados en la puerta del NH Hotel. Y ahí es cuando me doy cuenta de la injusticia: ¿Por qué estos muchachos tienen todas las comodidades y se concentran en lindos hoteles horas antes de jugar un partido de pequeña importancia como es la tercera fecha de un campeonato local y nosotros, en vísperas de la final de prestigioso Torneo Italiano, estamos estudiando y/o trabajando? (Bueno, teniendo en cuenta el comentario del post anterior podemos excluir a nuestro goleador Savio, ya que se ve que él concentra en su casa).

Injusticia. A Claudio Cromo hay que decirle que nos pague varias habitaciones en un lindo hotel cerca del Italiano. Lindo, cerca del Italiano. Cerca del Italiano, lindo. No suena muy compatible.
Que nos pague el hospedaje en un lindo hotel y el traslado hasta el Italiano. Ahí sí.

¡¡¡VAMOS MAÑANA!!!

Luchito, nuestro capitán, está lesionado y no podrá participar de la final, como tampoco pudo estar en la semifinal. Pero para la próxima semana ya estaría recuperado, por lo tanto está buscando una forma de suspender el partido así lo pasan para el otro fin de semana.

Una de las ideas que surgió fue llamar y amenzar a de bomba al lugar, pero al lado del barrio amigable que tienen al lado, de una bomba debe ser de lo último que se preocuparían.
De esta forma todas las opciones se vieron reducidas a la que nos suspendió casi todos los partidos: La lluvia.

Y la pregunta que apareció naturalmente fue: ¿Y cómo podemos hacer que llueva?
Opciones barajadas:
– Lavar todos los autos la noche anterior.
– Realizar la danza de la lluvia.
– Inyectar Nitrato de Plata en las nubes (WTF).
– Llamar al Servicio Meteorológico y obligarlos a decir que el fin de semana será un día hermoso para que toda la familia salga y vaya a tomar sol a los parques de la ciudad.
– Que Lucho se vista de Noé, construya un arca y junte un par de cada especie de los animales que hay en el mundo.
– Hablar a Carlitos Bianchi y pedirle si puede usar su celular para llamar a Tata Dios y que nos haga un favor.

Nosotros pensamos más, luego las comunicaré.

Y si tienen ideas, no dejen de comentar por favor.

Ya no sé qué escribir. Sólo quiero que llegue el fin de semana. La semana que viene se acaban mis minipseudovacaciones de dos semanas, pero no importa. Quiero que llegue el fin de semana. Quiero jugar al fútbol.
Ya conocemos a nuestro rival. Será el Zinny. Con quienes nos enfrentamos varias veces. La última fue en las semifinales de dos torneos atrás. En ese partido íbamos ganando 1 a 0 y nos lo dieron vuelta, dejándonos afuera. ¡Ésta será nuestra revancha!

Y retomando con un tema del cuál hablé hace rato, ya casi están las camisetas. Sólo faltaría estamparlas, tarea que realizará el padre de Jony.
Si las apuramos ya estarían para este fin de semana; pero no las vamos a usar ni locos. La final es con la gloriosa naranja. Pasamos buenos y malos momentos con esa camiseta y con ella vamos a alcanzar la gloria o morir en este torneo.
A partir del próximo ya arrancaremos con la nueva casaca. Para quien no lo recuerde, es la suplente blanca del último campeón del mundo, Italia.

P.D: Estoy tratando de armar una nueva entrevista para esta semana, pero los horarios del laburo no me lo permiten. Para colmo, cuando tengo un tiempo libre tengo que andar haciendo de Tech Support. Espero llegar, sino las retomaremos después del partido decisivo.

Se jugó un domingo. El día del fútbol por excelencia. Y tuvimos que demostrar que estábamos a la altura del día.
Pero teníamos algunas desventajas. Hacía más de un mes que no jugábamos un partido completo. Y veníamos con varias bajas: Lucho, Guido, Tongas y el Nono.
Con el plantel diezmado por sus ausencias pero con todas las ganas de ganar, salimos a enfrentar a Santa Cruz.
Ya desde el comienzo se notaba que el viento iba a ser un factor importante en el juego. Con viento a favor, un tiro de mitad de cancha, llegaba sin problemas al área rival, mientras que con el viento en contra, con suerte llegaba a tres cuartos, por lo que Manu, nuestro nuevo capitán, por la ausencia de Lucho, fue al sorteo con la idea de elegir el lado que nos favorezca. Pero perdió el sorteo, aunque nuestro rival, extrañamente, escogió el otro lado debido al sol. Así que empezamos sacando y con viento a favor.
Al comienzo, el equipo formó así:


Obviamente esta formación sufrió varios cambios como es habitual, pero éste era el esquema inicial. Con un famoso 4-3-1-2. July al arco obviamente, línea de cuatro con Bobi, Manu, Marce y Jony. En el medio, Piacqua por la derecha, yo de cinco y Ger por la izquierda. Gabri de enganche y Bola y Savio adelante.

El partido empezó bien. Fuimos al ataque desde el comienzo, no los dejábamos avanzar y atacamos constantemente.
Y de tanto atacar, llegó el primer gol. Savio tuvo una clara y la aprovechó perfectamente. Metió un tiro cruzado que se clavó en el segundo palo y dejó sin chance al arquero. Era 1 a 0 y la posibilidad de avanzar a la final.
Y no por eso dejamos de atacar, seguimos yendo y yendo hasta que, promediando el primer tiempo, nos robaron la pelota y nos empezaron a atacar. Perdimos el control en el medio y empezamos a sufrir un poco. Pero lo piloteamos bastante bien y llegamos sin problemas al entretiempo.
Para el segundo tiempo arrancamos sabiendo que íbamos a estar en una situación desfavorable por el ya famoso viento y que no podíamos seguir perdiendo el medio.
Pero lamentablemente volvió a suceder. Nos robaron la pelota y nos empezaron a atacar y sufrimos. Parecía que el empate estaba al caer. Nuestra única forma de atacarlos era con un contraataque. Y en uno de ellos, Savio se iba solo para el gol y un defensor lo tumbó. Era penal y expulsión. Primero vino la expulsión y mientras el juez de línea señalaba el punto de penal, el juez se arrimó al borde del área y marcó tiro libre.
Tanto nos costaba hilvanar una jugada y una vez que tenemos una chance neta de gol con un penal, el árbitro da tiro libre.
Igual era una jugada con serio peligro de gol. Bola lo ejecutó con un tiro fuerte al medio que el arquero pudo enviar el corner. Ahí se iba nuestra mejor chance en todo el segundo tiempo. Difícil iba a ser tener otra igual.
Santa Cruz, aunque con un jugador menos, seguía atacando por todos lados y con muchos jugadores, pero el tiempo pasaba y salvo una o dos, no tuvo oportunidades claras.
El partido no tenía muchas emociones hasta que alrededor de los 30 minutos Gabri armó un contragolpe dándole un pase fantástico a Savio quien aguantó mientras lo marcaban dos jugadores, se fue solo frente al arquero y definió de maravilla por arriba del uno.
Segundo gol del partido, segundo gol de Savio. Faltaban 10 minutos y nos poníamos 2 a 0. El sueño del pase a la final estaba cada vez más cerca. Era cuestión de aguantar esos 600 segundos.
Como era de esperarse, movidos por la desesperación, nos atacaron con todo lo que tenían y nos metieron en un arco. Tuvieron dos o tres claras, entre ellas un tiro en el palo desde el vértice del área chica mientras July sólo atinaba a mirar.
Pero esas jugadas pasaron. Los cinco minutos adicionados llegaron a su fin. Ya estábamos en la final. La ansiada final que se nos venía negando desde hacía ya más de dos años.
Ahora nos quedará enfrentar el fin de semana que viene al ganador de Chevi Chuvi y Zinny. Dos grandes equipos a quienes ya conocemos, enfrentamos y derrotamos en otras ocasiones. El caso más reciente fue el 4 a 0 sobre Chevi Chuvi en la etapa de grupos.

Todo se define el próximo fin de semana. Espero que para entonces pueda escribir la crónica del partido, feliz como ahora.

Medallero:
Premio Maradona: Savio. Con dos golazos nos dio el pase a la final.
Premio Chenemigo: Santa Cruz. No fue ni la sombra del famoso equipo que nos vapuleó en un torneo anterior. Pifias, Errores y más. Algo poco habitual en ellos.
Premio Gandhi: July. Incluso cuando íbamos ganando por sólo un gol y sufriendo constantes ataques, él iba a buscar la pelota cuando los frustrados delanteros rivales pateaban desviado.
Premio Terminator: Maurito. Algo equivalente a lo que pasó con Pablito en el primer partido. Si bien no pegó mucho durante el partido, Maurito es sinónimo de Terminator.

Gracias a todos por sus sugerencias a la hora de armar el Medallero.

Finalmente llegó. Después de muchas semanas sin poder jugar debido a lluvia, suspensiones, equipos echados, fechas libres y demás, tuvimos la chance de volver a jugar en el Italiano.

Todo estaba dispuesto para que juguemos los cuartos de final. No veníamos bien porque Savio -uno de nuestros goleadores-, Tongas y el Nono no jugaban, pero después de tanto tiempo de inactividad, teníamos ganas de jugar.
Además era el primer partido en los cuales el que pierde, se va para su casa. A esta altura no se puede estar desconcentrado.

Y así llegamos al Italiano, y antes de arrancar el partido las cosas empeoraban. Primero nos enteramos que July, el único arquero que tenemos, se tenía que ir temprano, por lo que era posible que no completase el partido y nos obligara a utilizar un arquero improvisado. Después, quien les habla, se dio cuenta que se había olvidado el botinero en la casa de Gabri, por lo que el gran PF Nachito tuvo que salir disparado para buscarlos acompañado por Puchy(¡¡¡GRACIAS!!!).
Entonces tuve que arrancar en el banco esperando los botines.

Y así arrancó el partido.
Lo primero que notamos era que el otro equipo tenía sólo 10 jugadores. Y aprovechando esa diferencia y la desconcentración con la que entró el rival, Bola convirtió un gol antes de los cinco minutos. 1 a 0 arriba.
Sabiendo que, debido a nuestra gran performance en los grupos, incluso con el empate clasificábamos nosotros, Huesito tuvo que salir a hacer dos goles, y justo ahí llegó su jugador número 11, pero unos minutos después se lesionó un defensor y como no tenían suplentes, volvieron a jugar con diez hombres.
Esta inferioridad no se sintió ya que salieron con todo a empatar. Nos bombardearon con centros desde el corner, por tiros libres, o con jugadas. Los defensores despejaban todo lo que les pasaba cerca, incluso Bobi sacó una pelota en la línea.
Este ataque incesante hizo que July tomara protagonismo y se convirtiera en la figura del partido sacando dos tiros libres increíbles.
Mientras tanto, yo seguía esperando los botines, y junto a Guido y Piacqua esperábamos el minuto 20 para ingresar (sabiendo que mis botines ya iban a estar para ese entonces).

Finalmente Nachito y Puchy llegaron con mis botines cuando transcurría el minuto 15 aproximadamente. Me los calcé y junto con Guido ingresamos 5 minutos después por Gabri y Corra.
Apenas tocamos la pelota un par de veces, porque en un contragolpe, uno de los delanteros de Huesito quedó sólo frente a July. Lo intentó eludir tirando la pelota larga por la derecha y July lo cruzó, sin falta. El delantero se zambulló en el área esperando que el juez le cobre el penal, cosa que no sucedió. Acto seguido se produjo las famosas quejas por un penal no cobrado, pero esta vez al delantero se le fue la mano, y el hombre de negro lo expulsó correctamente.
Esto dejaba al equipo con dos menos y en una situación totalmente desfavorable, por lo que los jugadores no se lo mancaron y fueron a increpar al árbitro. Entre tanta discusión saltó un puñetazo y ahí se armó el escándalo. Todo el equipo intentaba golpear al árbitro, por lo que los jueces de línea tuvieron que meterse. En el tumulto cayó un golpe sobre uno de los asistentes, quien se enojó y en vez de actuar como un profesional y mantener la calma, fue a apurar a quien le propinó el golpe. Lo que ocasionó más despelote, e incluso le robaron el banderín.
A todo esto nosotros estábamos afuera esperando para ver qué sucedía, aunque era más que obvio que el partido no iba a seguir. Iban menos de 30 minutos y nuevamente nos quedábamos sin fútbol.

Varios minutos después, seguían discutiendo mientras nosotros nos cambiábamos para irnos a nuestras casas más temprano de lo pensado.

Luego de quedar libres, de haber ido hasta el Italiano y que nuestro rival no se presente, de no jugar por lluvia, de no jugar porque los organizadores se tomaron vacaciones y de no jugar porque echaron del torneo a nuestros rivales, creíamos que ya nada más nos podía suceder. Pero se ve que estábamos equivocados. Nos faltaba esto.

Algo positivo que se puede sacar de todo esto es que ya estamos en las semifinales, pero realmente no es ésta la forma en que queríamos llegar.
Ahora tenemos que demostrar que no estamos acá de casualidad, que igual hubiésemos llegado si no fuera por las distintas situaciones fortuitas. Y tenemos que demostrarlo en la cancha el fin de semana que viene. ¡Hasta entonces!

Medallero:

Premio Maradona: July – Enjhu. Respondió cuando más lo necesitábamos. Sacó todo en los corner y tiros libres cuando nos bombardeaban buscando el empate.
Premio Chenemigo: Vacante. Fue tan corto que no puedo elegir a nadie
Premio Gandhi: Pablito. Nuevamente va para él. Cuando un rival puteaba a Bobi, Pablito fue y, pacifista como siempre, trató de separar.
Premio Terminator: Todo el otro equipo y el juez de línea. Todos los protagonistas de la batalla campal se merecen este premio. Una vergüenza.