Oler El Vino

Estupendo cuento de Lucas Varela que me pasó Matías. Si tienen un ratito, no dejen de leerlo. No es corto, pero es espectacular, te engancha desde el principio: Oler el vino.

Muere Lentamente

En otro robo impune a Milton, les traigo este texto que tengo como una tab abierta en el navegador hace meses y me encanta.

Para mí es un post histórico de Q! y realmente no puedo estar más de acuerdo con cada una de las cosas que dice. Disfrútenlo y ténganlo en cuenta en sus vidas:

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos.

Muere lentamente quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú.

Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las “íes” a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente quién deja escapar un posible amor, con tal de no hacer el esfuerzo de hacer que éste crezca.

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.

Muere lentamente quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.

Muere lentamente quien abandona un proyecto antes de empezarlo, quien no pregunta acerca de un asunto que desconoce o no responde cuando le indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar. Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndida felicidad.

Instrucciones Para Llorar

Les dejo uno de los cuentos de la sección Manual de Instrucciones del libro Historias De Cronopios Y De Famas de Julio Cortázar, que recomiendo fervientemente y que leí en unas horas. Muy bueno. Confirmé que me encanta el sentido del humor del escritor argentino nacido en Bélgica.

Instrucciones para llorar. Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.
Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.
Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.

Lectura Indispensable

Estuve poniéndome al día terminando de leer todos esos posts que, por largos, voy dejando para «más adelante», y tras leerlos, como suele pasar con los textos largos, me encontré con varios geniales, de los cuáles quiero destacar dos. Primero, Día de Picnic, un hermoso relato de Gabriux, y segundo, Vos No Me Juzgues Ni Me Condenes, una crítica a quienes critican de parte de Fabio, con la que me sentí muy identificado.

Entrevista A Julieta Pink En La Nación

Hace cuánto tiempo que no pongo algo de esta chica, vamos a tratar de no perder la costumbre. Esta vez les quiero dejar una entrevista que le hicieron en el diario La Nación. Salió en el diario de hoy y estuvo a cargo de Alicia Petti.

Julieta Pink

Al Aire Soy Como Con Mis Amigas

Fresca y sin filtros, Julieta Pink acompaña a Sebastián Wainraich en Metro y medio.

De lunes a viernes, de 18 a 21, por Metro (FM 95.1), Sebastián Wainraich y Julieta Pink conducen Metro y medio , un espacio en el que la actualidad, el ingenio y el buen humor se combinan. Julieta Rosales -de allí el apodo de «Pink»- cuenta cómo su vocación desde muy pequeña llegó a concretarse rápidamente.

– Tenés nueve años de trayectoria aun con tus 27 de edad.
– Tuve mucha suerte y fue azaroso el arranque. Siempre supe que quería ser locutora. Toda mi infancia fue la radio; grababa, pisaba los temas, hacía jingles. Jugaba a la radio y nunca dudé de lo que quería ser.

– ¿De dónde viene eso?
– No sé. En mi casa se escuchaba mucha radio, pero también mucha música. Lo que yo quería era anunciar temas y ser parte de ese mundo, pero no recuerdo que me lo haya inspirado nadie. Así que terminé quinto año y mientras esperaba el examen del ISER, me encontré con un aviso de Cuatro Cabezas para voces jóvenes. Llegué tardísimo al casting, pero una compañera me ofreció su número para el día siguiente. Y con ese número di la prueba con Marcelo Motto [que sería luego el director de X4]. Yo tenía un programa en FM, en Caseros, así que en el casting hice lo mismo que en el programa y aprobé. Fui a la segunda instancia, la prueba la tomaba Pergolini y también pasé, así que fui del secundario a Cuatro Cabezas con un sueldo que a esa edad no podía creer. En noviembre de 2000 nacía X4 y me tocó ser la que abrió la radio.

No se vayan, la entrevista sigue

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