Fepe55

Acá les dejo algunos videos que ya van apareciendo del golazo de Lionel Messi en el partido de ayer frente al Getafe.

El primero, es el «original», en gallego. El segundo, uno muy bueno donde, sobre el video, ponen el audio de Víctor Hugo Morales relatando el gol de Maradona a los ingleses, el tercero, una transmisión árabe y el último, uno con relatos en portugués donde dividen la imagen al medio para compararlo movimiento a movimiento con el de Diego.
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Ya es viernes y la lluvia es como el tiempo. No para, no paraaaa (al ritmo del pelado Cordera). Perdón, pero es que están pasando mucho Bersuit en la radio por el tema este del recital en River. River, River… ni ganas de hablar. ¿Qué estamos haciendo? No jugamos contra NADIE. Yo no pude verlo todo porque estaba en la facultad, pero llegué, vi los últimos quince minutos y me alcanzó y sobró para notar varias cosas. Primero, River no le puede hacer un gol ni a «Bigote Rúben F.C.». Segundo, «La Liga» debe ser el segundo peor equipo del mundo (primero está el seleccionado de San Marino). Es imposible que un jugador de una primera división (sea del país que sea -a excepción de San Marino-) no sepa parar una pelota. A los negros les llegaba el balón, lo pisaban y se caían, o corrían y se lo olvidaban. Paupérrimo.

¿Y cómo River no le pudo ganar a ‘eso’?. Es lo que TODOS nos preguntamos. ¿El arquero atajó todo? No, el arquero era pésimo. No hay otra explicación que «River no le hace un gol a nadie». Es así.

– Menos mal que dijiste que no tenías ganas de hablar de River. ¡Mamerto!
– Epaleee, ¡tranquilo eh! Además no hablé, escribí -¡tomá!- y segundo, ¿quién te invitó a mi post?, rajá de acá.
– OK, chau.

Volviendo a las precipitaciones. Increíble lo que fue esta semana, todos los días lluvia y humedad insoportable. Encima en casa estamos (bah, están) arreglando unas paredes y pintando. Por lo que la humedad no ayuda.

Menos mal que laburo dentro de una estructura sólida y resistente a la lluvia construída dentro de otra más resistente aún -salvo que esté en Caballito- (llamadas oficina y edificio respectivamente).

Todos se preguntan por qué llueve, o qué hicimos los Argentinos para merecer este temporal que nos azota. Pues yo, si YO, tengo la respuesta a todo eso. ¿Quieren saber?

– Nop.
– ¿Qué hacés acá todavía? Te dije que te fueras carajo. ¡SEGURIDAD!.
– Si señor
– Escolten a esta persona a la salida por favor

Bueno, no sé si quieren o no, pero yo se los cuento. La razón unívoca de tanta lluvia, es que no podemos jugar dos partidos en dos fines de semana seguidos.

Es así de simple, sólo porque cambiemos de torneo no va a parar la costumbre de suspender partidos por lluvia.
‘Podría haber llovido sólo el día anterior’, dirían algunos. Y es verdad, pero Rainman (el Dios de la lluvia), no sabe cuál es la política de la gente del Torneo Cantilo en cuanto a las lluvias, entonces hace llover muchos días para estar seguro.

Bueno, ahí lo tienen. Ya lo saben, ahora divúlguenlo. Y ya lo saben, lo escucharon primero aquí.

Ayer, sábado 10 de Marzo, volvimos a jugar en cancha de once todos juntos después de 104 días, después de la olvidable participación en el pésimo torneo organizado en el Italiano, que terminamos con una derrota en cuartos de final. Y no nos fue tan bien, pero yo lo disfruté mucho.
Jugamos contra un equipo cuyo nombre no me acuerdo, sólo sé que nosotros somos «Los de Agustín Quevedo». ¡Qué nombre papá!
Fue el primero de dos partidos que jugaremos para que «nos acepten» en este torneo evaluando conducta, puntualidad y otros pequeños detalles, aunque casi todos coincidimos en que en realidad lo hacen para ganar algo de plata antes de empezar oficialmente.

Por mi parte disfruté mucho volver a jugar en cancha grande y ya estoy esperando el próximo finde para volver a jugar. Las canchas son lindas, el lugar me queda cerca (muy importante) y la organización ya aparenta mucho mejor que en el del bajo flores; para citar unos ejemplos, hay jueces de línea en todos los partidos (incluso en este amistoso) e, increíblemente, había tres pelotas. Sí, ¡TRES!. Increíble.

Por último, el partido en sí. Fue un triste y mentiroso 1-3. Y digo mentiroso porque merecimos más. Un empate hubiese estado bien, e incluso si hubiésemos ganado por uno no hubiese sido tan injusto como esta diferencia de 2.

Me voy a seguir viendo fútbol mientras espero que pase toda la semana para volver a jugar.

Recién llego de jugar al fútbol. Pero lo que no esperaba era jugar al fútbol contra un equipo que jugaba al Handball con el pie.

Qué es el Handball con el pie se preguntarán ustedes. Claro, yo también me lo preguntaría si no lo supiese. Pero es fácil. Es una táctica utilizada en partidos jugados en cancha chica, y consiste en, como el nombre lo indica, jugar de la misma forma que lo hacen los jugadores de Handball: Todos defendiendo en la puerta del área y en caso de poder, recién ahí atacar con un rápido contragolpe.
Es la misma táctica que se utiliza en torneos oficiales, por puntos. Es muy aburrida para efectuarla, pero muy efectiva.
Encima en los partidos por puntos la realizan los dos equipos, y por esta razón esos partidos suelen ser muy aburridos, tanto para los que lo juegan como para los que los ven. Y como sabrán, suelen terminar con menos de 5 o 6 goles en total.

En cambio, cuando uno juega a divertirse, suele jugar a atacar y tratar de hacer goles, como es nuestro caso. Y por eso en nuestros partidos nunca hay menos de 15, 20 o incluso 30 goles.

Hoy nos tocó enfrentar a un equipo que utiliza esa aburrida táctica y, no sólo perdimos, sino que los últimos 30, 35 minutos, jugamos todos sin ganas; principalmente Manu, un amante del Jogo Bonito.

Y quiero aclarar que todo esto no lo digo porque hayamos perdidos, sino que lo digo siempre. Varias veces me he peleado con el Nono, porque a él últimamente le está gustando mucho eso de «todos atrás, los esperamos abajo, atrás de la mitad de la cancha».

Pero bueno, esto es a lo que se juega hoy en día. Y no sólo en cancha chica, sino que también se está poniendo de moda en cancha de once, y mucha gente ya ha hecho el análisis, pero vale nombrar algunas cosas.
Muchos sabrán que en la década del 30, 40 y 50, las formación más popular era: 2-3-5. Sí, leyeron bien. Dos defensores, tres en el medio y cinco delanteros. Una formación que se vio mucho en varios mundiales, ahora recuerdo algunos equipos de Hungría, y acá, con la inolvidable máquina de River: Juan Carlos Muñoz, José Manuel Moreno, Adolfo Pedernera, Angel Labruna y Félix Loustau.

Ya más acá, en los ’80 y ’90, se popularizó el 4-4-2 con los cuatro volantes del medio en forma de rombo, donde uno de esos juega como enganche, normalmente el habilidoso.
Pero ahora, del 2000 a esta parte, la moda ha sido el doble cinco. Nada de enganche y, a veces, un solo delantero.

El fútbol está cada vez más feo. El objetivo, lo más importante, es evitar que te hagan goles, y no hacerlos.
Yo, por mi parte, voy a seguir jugando al fútbol. Y salvo que realmente se necesiten los puntos, voy a seguir evitando el Handball con el Pie.

Dedicación: Esto va dedicado a todos los que jugaron hoy conmigo, principalmente a Manu, para que no se cabroneé y que se dedique a jugar al fútbol, que es lo más divertido y es a lo que nadie nos gana.

Acaba de terminar el primer superclásico del verano. River 2 – 0 Boca.

Un triunfo muy cómodo para River. Jugó un poquito mejor en el primer tiempo pero no pudo concretar, pero en el segundo fue todo de los millonarios y, primero con un gol de Falcao y luego con uno de Galván de cabeza, definió tranquilo un partido que tranquilamente pudo haber terminado con varios goles más, ya que Farías en el primer tiempo y Galván en el segundo, estrellaron sus remates en el travesaño y en el palo respectivamente.

Todo el fútbol de River, y el fútbol en general del partido, pasó por el mejor jugador del partido, Fernando Belluschi. Es increíble lo bien que juega este muchacho. Pelota que le llega al pie, él la controla y la distribuye, y siempre bien, siempre buscando al jugador mejor ubicado.
Su contracara fue Eduardo Tuzzio, quien jugó por la izquierda haciéndole un favor al técnico Daniel Passarella y se lo notó lento y falto de reacción en muchas jugadas. Quiero creer que fue la última vez en jugar en esa posición.

Por destacar de River sólo me queda la entrega incondicional de Ferrari, que corre como pocos en el fútbol argentino. Estuvo varias veces en posición de gol (asistió a Falcao en el primer gol) y también defendió siempre (sacó un tiro en la línea de Guillermo Barros Schelotto).

Por parte de Boca no hay muchos que recalcar, nadie se destacó por encima del resto. Palermo estuvo desaparecido y Palacio no pudo brillar. El único que hizo un poquito al principio fue Guillermo, pero mucho juego para la tribuna y poco para el equipo; además de vivir tirándose como es costumbre en el mellizo.

Eso me pareció el partido. Ganó River y ganó muy bien, espero que sigan así.